Aprueban en lo general la Ley de la Guardia Nacional; oposición denuncia "ley espía" y militarización de la seguridad

Con 349 votos a favor y 132 en contra, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la nueva Ley de la Guardia Nacional, con la que se traslada formalmente a esta corporación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La ley también le otorga nuevas atribuciones en tareas de inteligencia, operaciones encubiertas e intervención de comunicaciones privadas.

Durante la discusión, legisladores de distintas bancadas presentaron 170 reservas para su análisis en lo particular, lo que anticipa un debate prolongado en los próximos días.

El dictamen generó un intenso debate entre oficialismo y oposición. Mientras Morena y sus aliados defendieron que la Guardia Nacional conserva un carácter y mando civil dentro de una estrategia nacional de seguridad pública, la oposición alertó sobre un creciente proceso de militarización y calificó al nuevo marco legal como una amenaza a los derechos civiles.

"El mando sigue siendo civil. La estrategia de seguridad la elabora la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la aprueba el Senado de la República", sostuvo el morenista Julio César Moreno, presidente de la Comisión de Justicia.

Por su parte, el diputado panista Guillermo Anaya criticó la iniciativa y la calificó como una "ley espía". "La seguridad no se construye desde los cuarteles, sino con policías de proximidad y con rostro humano. Nos oponemos a que los ciudadanos sean vigilados desde sus celulares o rastreados por GPS", expresó.

Desde Movimiento Ciudadano, la diputada Laura Ballesteros promovió una moción suspensiva para frenar el dictamen y discutirlo en parlamento abierto, pero fue desechada por la mayoría de Morena y sus aliados. "Esta iniciativa militariza no solo la seguridad pública, sino la vida civil. Ni el PRI en su apogeo se habría atrevido a tanto", advirtió.

En contrapartida, el diputado petista Ricardo Mejía acusó a la oposición de hipocresía: "Se rasgan las vestiduras en el pleno, pero suplican soldados para cuidar sus municipios. Hablan de militarización mientras en privado piden intervención del Ejército".

La ley propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum redefine a la Guardia Nacional como una fuerza permanente de seguridad pública, integrada por personal militar con formación policial, bajo el mando de la Sedena.

Entre las facultades que se le otorgan destacan:

• Investigación e inteligencia para prevenir delitos.
   

• Operaciones encubiertas y uso de identidades simuladas.
   

• Intervención de comunicaciones privadas, previa autorización judicial.
   

• Colaboración directa con gobiernos estatales y municipales en acciones de seguridad.
   

• Vigilancia de zonas fronterizas, carreteras, puentes, aduanas y aeropuertos.
   

El nuevo marco también estipula que el titular de la Guardia Nacional deberá tener la jerarquía de general de división y será designado por la Presidencia de la República, a propuesta del titular de la Sedena.

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