Presupuesto 2026, entre programas sociales y trenes
¿Qué futuro económico queremos construir?
Hace unos días se presentó el paquete económico 2026, el documento de política fiscal que establece de dónde, cuánto y cómo se gastará el presupuesto. En mi columna pasada les compartí las estrategias que el gobierno federal está implementando para incrementar la recaudación. En esta ocasión, me enfocaré en los rubros a los que estará dirigido el gasto de gobierno.
Durante 2026, el gobierno estima un gasto neto total de 10.1 billones de pesos. De este monto, 3.1 billones corresponden al gasto no programable, es decir, recursos comprometidos por obligaciones legales o contractuales que no pueden reasignarse de manera discrecional. Los 7.0 billones restantes, es decir, el gasto programable, se destinan en su mayoría al gasto corriente, que cubre los insumos necesarios para que las instituciones del gobierno funcionen, como salarios, arrendamientos y otros gastos operativos. Asimismo, 1.7 billones se destinan a pensiones y jubilaciones de trabajadores de gobierno, mientras que apenas 1.2 billones —es decir, 1 de cada 10 pesos del gasto total— se asignan a inversión pública. Ahí, en ese único peso, reside la inversión que podría impulsar el desarrollo económico.
Desde una perspectiva general, los dos componentes más relevantes del presupuesto son los programas sociales y los proyectos prioritarios de inversión, con asignaciones de 987 mil millones y 536 mil millones de pesos, respectivamente. Dentro de los programas sociales, seis de cada diez pesos se destinan a programas como pensiones, especialmente a las dirigidas a personas adultas mayores. Además, se mantienen otros programas estratégicos, como las becas Benito Juárez y el programa Sembrando Vida.
En cuanto a los proyectos de infraestructura, aproximadamente la mitad del presupuesto se destinará a PEMEX, que, aunque cuenta con un plan de recuperación, continúa generando presión sobre las finanzas públicas. En segundo lugar, se encuentra el desarrollo de nuevos trenes, entre los que destacan los tramos México-Querétaro, Saltillo-Nuevo Laredo, Querétaro-Irapuato y Querétaro-San Luis Potosí. A pesar de la tradición ferroviaria de la región, no se ha programado presupuesto para ninguna línea en Aguascalientes.
En conclusión, el proyecto de presupuesto de egresos 2026 mantiene una línea clara con respecto a los ejercicios fiscales anteriores, más programas sociales e infraestructura estratégica enfocada en el desarrollo de trenes, principalmente, de pasajeros. A pesar de los beneficios sociales que estos proyectos pueden tener en términos de ingresos y movilidad, queda fuera del presupuesto una política integral que detone la actividad económica, y el desarrollo sostenido en el largo plazo. De esta forma estamos ante un presupuesto que da respuestas inmediatas, pero sigue dejando pendiente la pregunta central: ¿qué futuro económico queremos construir?
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