Perspectiva: Serendipia musical
“Serendipia” Descubrimiento fortuito y afortunado
Pasaron más de dos décadas de un encuentro fortuito con Benjamin Zander y su Filarmónica de Boston. Deambulando por la ciudad, encontramos un programa musical con la “Quinta Sinfonía” de Gustav Mahler. Lo maravilloso fue la inducción a la obra antes de la ejecución por parte del maestro Zander.
Con claridad excepcional describió el tema de cada uno de los cinco movimientos, desde el primero, que lleva notas parecidas a una marcha fúnebre, hasta el dinámico final. Lo mejor: la descripción de por qué el cuarto movimiento era tan distinto a todos los demás. Mahler, un hombre extraordinario y revolucionario en sus construcciones musicales, había escrito el famoso “Adagietto” como propuesta amorosa a quien sería su esposa: Alma (Schindler) Mahler. Ella también era una compositora destacada, por eso comprendió que la belleza de la composición era una propuesta de matrimonio.
Seguro que al final de la interpretación hubiéramos encontrado interesante la música de Mahler, pero jamás tendríamos la experiencia profunda de comprender la obra. Después de ese día, año tras año descubrimos más detalles de la grandiosidad de Mahler y su influencia en la música de nuestros días.
Con la misma serendipia encontramos que Mahler llega a León de la mano del mismo director, Benjamin Zander. La diferencia del concierto con el que escuchamos hace tiempo es que ahora serán jóvenes de la BPYO, (Boston Philharmonic Youth Orchestra) quienes tocan la “Sexta”, con la participación de músicos de la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata. Ciento veinte músicos en total que asumirán el reto de tocar la “Sexta Sinfonía”, llamada “Trágica”. Una obra clásica de larga duración y no fácil de entender a la primera. La introducción a la obra será indispensable para elevar nuestro nivel de comprensión.
Zander, de 86 años, es un inglés, hijo de alemanes de origen judio que salieron antes de la Segunda Guerra a Inglaterra; tiene el encanto de los grandes educadores: simpático, profundamente conocedor de la música y del alma humana. Es uno de los mejores guías para comprender la música clásica, en particular a Mahler.
En una grabación disponible en Youtube, Zander explica la “Sexta Sinfonía” y nos adentra en algunos de sus secretos. Llama la atención una parte donde el compositor pretende describir a su esposa Alma. Mostrar a una persona con música, desde un encantamiento amoroso, resulta un reto casi inconcebible, pero ahí está el pasaje llamado “tema de Alma”, que aparece en el primer movimiento.
“La Sexta, calificada como dura, implacable, intransigente y aniquiladoramente trágica, se considera la más difícil de sus sinfonías, incluso para músicos experimentados”, explican los críticos. Sin embargo, la marcialidad inicial se abre en melodías inolvidables a lo largo de hora y media en una exposición maravillosa de sentimientos y pasión, en particular con el “tema de Alma”.
Escribo esto desde la butaca del aficionado, del “entusiasta”, de quien escucha una y otra vez a Mahler para recuperar con su música un estado de ánimo de exaltación estética que crece y se expande con sus sinfonías. Sin temor, podemos decir que la Orquesta Filarmónica Juvenil de Boston interpretará a Mahler con talento y oficio. ¿Por qué escogió Zander la “Sexta Sinfonía”, la más compleja y difícil? Pareciera un examen recepcional para sus jóvenes músicos o una prueba de fuego para un auditorio leonés que florece en medio de tiempos difíciles.
Eso es, la música de Mahler se escucha como la vida misma: difícil, compleja, hermosa, apasionante y finita, dentro de la infinitud de posibilidades que ofrece, pero ese será tema para otra perspectiva.
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