Perspectiva: Nos queda la libertad
Todo comienza con la lectura temprana de los periódicos independientes
Cada día, por la mañana, al mediodía y en la noche, leemos periódicos, escuchamos noticieros de radio y vemos por la noche a Carlos Loret de Mola en Youtube. La rutina personal y familiar nos acerca a quienes sabemos, son fuentes confiables de información.
Todo comienza con la lectura temprana de los periódicos independientes: Reforma, El Universal y El Financiero son indispensables en sus secciones de noticias y editoriales. Milenio tiene buenos escritores.
A las 7 a.m. Azucena Uresti, en Radio Fórmula, narra los hechos con seriedad y equilibrio; Ciro Gómez Leyva también está en esa cadena aunque sentimos que, desde su expatriación a España, ha perdido el contacto natural del periodista con su medio ambiente. Ciro es bueno, crítico y sensible, aunque lejano.
A la una de la tarde sintonizamos por las redes W Radio en “Así las cosas” con Carlos Loret de Mola, el periodista más crítico. En ocasiones alternamos con el noticiero de Joaquín López Doriga en Radio Fórmula. El veterano presentador se ha convertido en uno de los periodistas anti 4T, desde su espacio en radio y su constante presencia en X y Youtube.
A las 3 de la tarde seguimos con una dosis distinta: “La Radio de la República” con Chumel Torres, de Radio Fórmula, con un aire fresco de comedia noticiosa, en ocasiones la conversación más ácida y punzante de la política. Pepe Cárdenas sigue a las 6 de la tarde con un tono serio y abierto. Radio Fórmula domina el espectro de nuestra atención hasta entrada la noche con la “Fórmula Financiera” que cubre las noticias económicas y de negocios con una óptica “neoliberal”. Código Magenta es un portal ejemplar e indispensable de Ramón Alberto Garza.
Salvo excepciones de programas de comentaristas y editorialistas como “La hora de opinar” de Leo Zuckermann en Foro TV, hemos olvidado lo que son los noticieros de TV abierta. TV Azteca lucha contra el gobierno por su vida. El conflicto económico e ideológico de Ricardo Salinas con la 4T hace que el antes aburrido noticiero “Hechos” de Javier Alatorre, recupere la vitalidad de la crítica frontal.
Las noticias son un vicio adictivo para quienes participamos en los medios; aún falta el repaso diario al mejor periódico del mundo, The New York Times y luego Bloomberg, el mejor medio de noticias financieras. Hay que revisar el Financial Times o los buenos artículos de The Economist. Otra suscripción es a Clarín, el diario argentino que más lectores tiene en Latinoamérica. ¿Hay tiempo para todo? Claro que no, pero se hace la lucha.
Viene todo esto a cuento porque en México el primer ladrillo de la alternancia democrática fue y será la libertad de expresión. Durante el pasado sexenio perdimos pilares de la democracia liberal: el Congreso quedó domesticado por el presidente López Obrador. El INE se entregó; el Ejército salió de los cuarteles para convertirse en próspero empresario que dejó el frente de batalla contra el crimen organizado. El domingo el Poder Judicial quedó en manos de Morena.
¿Qué nos queda?: la libertad de expresión y de información (aunque hay amenazas legales). Todos los noticieros y los medios nacionales mencionados cubren las noticias y expresan opiniones sin cortapisas. Qué decir de las redes sociales, ahí la libertad no tiene límites.
Los medios tradicionales, “las benditas redes” y nuestra libertad de expresión, volverán a ser el cimiento de nuevas alternativas democráticas que regresarán tarde o temprano. Aunque muchos no lo crean, México no puede volver a la represión de las libertades como sucedía hace medio siglo.
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Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.