Otro 8 de marzo. Uno más

Mario Granados Roldán

En junio de 1975 se lleva a cabo en la Ciudad de México, la Primera Reunión Mundial de Mujeres

Mario Granados Roldán

 

En junio de 1975 se lleva a cabo en la Ciudad de México, la Primera Reunión Mundial de Mujeres. Óscar Chávez en su Liberación Femenina se refiere a la activista que saltó a la fama por el punzante comentario que dio la vuelta al mundo: Los hombres les dan a las mujeres “vida de ángel, porque las tienen encueradas y sin comer”.

A propósito del significado del Día Internacional de la Mujer entrevisté en su vieja casona de la defeña Santa María La Rivera, a la escritora y periodista María Luisa La China Mendoza (1930-2018), que se fue de corrido con la provocadora respuesta:

Para mí nada. Yo siempre pensé que las mujeres éramos igual que los hombres. Cuando inventaron que las leyes iban a componerse y hacerlas a nuestra medida, como si de pronto se hubiera dado cuenta el mundo de que las niñas empezábamos a ser mujeres y usábamos corpiño. Entonces de pronto ¿verdad? ante el nacimiento del nuevo brasier legal para las mujeres yo me quedé de a seis, porque como yo nací libre, como a mí me hicieron libre en mi casa y como yo he crecido libre, ganándome la libertad no por regalos sino por una profunda lucha ideológica interior.

Porque también adentro el espíritu tiene una ideología, y mi ideología es de la libertad, de la igualdad y la justicia, riámonos un poco aquí ¿sí, en broma? Entonces, cuando cuatro gringas virolas estaban descubriendo que había todavía indios pieles rojas en Estados Unidos, sin patria y un montón de mujeres que ganaban menos del salario mínimo en Manhattan, dijeron: ¡Oh Dios vamos a salvar a las mujeres del mundo! y nos integraron a los países subdesarrollados esta patética escena del año dedicado a la mujer, que es verdaderamente de carcajada loca porque para la idiosincrasia del varón mexicano, pues un año dedicado a una sola veneración lo harta y lo mata.

Durante el año que fue dedicado a Benito Juárez; uno de los grandes personajes de mi patria, uno de los hombres que yo más amo como gobernante, como escritor, como hombre revolucionario en todos los aspectos, el pueblo mexicano verdaderamente se hartó. Íbamos apenas en mayo y yo ya  sentía la irritación feroz de un año dedicado a honrar a una gente tan honrable y honrada como es Benito Juárez.

Entonces me pongo a pensar en ese momento, ahorita que estamos haciendo la entrevista en marzo, lo que va a ocurrir cuando llegue mayo, pues yo creo que de pronto los “machos mexicanos” van a sentirse tan agredidos que además, de hacer más eficaces las palizas a las pobres esposas que tienen metidas en sus casas, hechas unas verdaderas escaleras chuecas, porque están dobladas encima del comal y de la estufa —ya de gas afortunadamente— aparte de eso, un día van a enloquecer, se van a trepar a una torre y nos van a balear, con un 30-30 o quien sabe con qué fusil extraño, a las mujeres de México porque nos aborrecen, siempre nos han aborrecido, pero ahora peor que nunca.

Bueno, además lo entiendo muy bien, a mí no me gusta mucho ser mujer. Francamente he sido tan humillada, he sido tan hecha a un lado, he sido tan paranoicamente perseguida. Yo pienso que si hubiera sido hombre, pues hubiera sido sensacional porque sería el más grande escritor de México, sería el más grande periodista de México, sería el más grande conversador de México y sería, bueno, el más grande personaje de México porque sería un varón muy fregón.

Pero como soy una mujer muy fregona y, además, muy mujer, sin ligas con nadie, sin correspondencias, sin dependencias de ningún grupo, mafia, etc., eso no me lo perdonan. Entonces, si como mujer me cuesta dos veces hacer mejor las cosas que como hombre, imagínese usted como mujer independiente me cuesta tres veces más y como periodista independiente cuatro veces más y como intelectual independiente cinco veces más y así sucesivamente hasta que un día pues me vaya a quedar viejita, viejita como Eulalia Guzmán.

Sin mujeres, no hay paraíso.

Porque alguien tiene que escribirlo:

Agradezco muy amablemente a los señores Alfredo y Fernando Rivas Godoy, propietarios de Radiogrupo, la empresa productora de medios y radiodifusión más importante de la región, la hospitalidad que brindan a Vale al Paraíso.

El reencuentro con la familia Rivas Godoy es muy gratificante porque la añeja amistad nació con su padre, don Pedro Rivas Cuellar, a la sazón alcalde de Aguascalientes (1981-1983), y yo ejerciendo el encargo de diputado local.

La causante de que esté aquí. Y ahora. Frente a los lectores. Es la periodista Rocío Gutiérrez, directora de noticias de Radiogrupo, quien me invitó a sumarme al esfuerzo labrado diariamente por un puñado de profesionales de la radio, prensa y medios alternativos.

Muchas gracias. Prometo ser la oveja negra. El prietito en el arroz.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

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