Objetivos de Desarrollo Sostenible o ¿sosteniendo los Objetivos de Desarrollo?
Uno de los mayores obstáculos para alcanzarlo es la falta de financiamiento
Hace unos días se publicó el Informe de Desarrollo Sostenible 2025, un diagnóstico global sobre el avance en el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que en su conjunto buscan mejorar las condiciones de vida de las personas. Sin embargo, a cinco años de la fecha límite propuesta, el informe reconoce que ningún país logrará cumplir plenamente los objetivos planteados.
La historia al parecer se repite. Antes de los ODS se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015), que proponían erradicar la pobreza extrema, garantizar educación básica para todas las personas, lograr la igualdad de oportunidades y evitar la degradación ambiental. Aquellas metas quedaron inconclusas y dieron paso a una nueva agenda. Hoy, a mitad del camino de los ODS, el balance vuelve a ser desalentados.
El informe de este año muestra que, a pesar de los avances, aún persisten enormes desigualdades, y México no es la excepción. Nuestro país se ubicó en el lugar 72 de entre 167 países, con un puntaje de 70.8, muy por debajo del promedio regional de 78.1. Si bien, la mayor parte de los objetivos se mantuvo sin cambios significativos, hay tres objetivos que destacan por sus avances o por sus retrocesos: 1. Fin a la pobreza; 2. Acción por el clima; y 3. Paz, justicia e instituciones sólidas.
En el primero, México mostró una mejora notable. De acuerdo con datos oficiales, alrededor de 5.1 millones de personas salieron de la pobreza durante 2022, en buena medida gracias al aumento gradual del salario mínimo y a las transferencias directas del gobierno federal. Aunque aún quedan desafíos importantes, este avance representa una señal positiva en un contexto global adverso.
En contraste, los otros dos objetivos presentan retrocesos preocupantes. En el rubro de paz, justicia e instituciones sólidas, los indicadores se han deteriorado de forma alarmante: el aumento de homicidios, la persistente corrupción, las restricciones a la libertad de prensa y las dificultades en el acceso a la justicia evidencian un debilitamiento institucional. En materia de acción climática, el panorama tampoco es alentador. El incremento de emisiones de carbono, sumado a la ausencia de una política ambiental integral, ha limitado la capacidad del país para enfrentar los efectos del cambio climático.
El informe también advierte sobre uno de los mayores obstáculos para alcanzar los ODS: la falta de financiamiento. No basta con alinear los planes y programas a los objetivos; sin recursos asignados, las metas se vuelven inalcanzables. La ausencia de un compromiso financiero global, sumada a las restricciones fiscales que enfrentan muchos países en desarrollo, pone en riesgo el cumplimiento de la agenda.
Es probable que pronto debamos comenzar a redactar los próximos objetivos de desarrollo hacia 2040. Sin embargo, si no hay financiamiento, voluntad política, ni compromiso internacional, es probable que nos enfrentemos una vez más a los mismos resultados: metas incumplidas y promesas postergadas.
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