La inflación repunta, el crecimiento se estanca
En mayo la inflación anual se ubicó en su punto más alto en lo que va del año: 4.22%
Durante la primera quincena de mayo, la inflación anual se ubicó en su punto más alto en lo que va del año, 4.22 por ciento, lo que encendió las alarmas de especialistas y familias, ya que se presenta en un contexto de bajo crecimiento económico, lo que compromete el poder adquisitivo de los hogares.
En una situación económica de mayor crecimiento, la escalada de la inflación no sería un tema a discusión. De hecho, si se encuentra dentro del rango que establece el Banco de México, la inflación puede interpretarse como un indicador de que la economía está en movimiento. Sin embargo, en un contexto de bajo crecimiento económico –0.6 por ciento para el primer trimestre del año – el aumento de los precios puede resultar en un tema más preocupante, afectando de manera directa su capacidad de consumo.
En temas de inflación, el año arrancó con buenas noticias, con una inflación cercana al 3.6%, la más baja desde 2021, lo que dio un respiro a la economía de los hogares, y permitió que el Banco de México realizara recortes a las tasas de interés. Sin embargo, el alivio fue temporal, y desde entonces la inflación ha ido cuesta arriba, alcanzando su nivel más alto en la primera quincena de mayo.
Para analizar si se trata de un efecto temporal, o de más largo plazo, debemos distinguir entre dos tipos de inflación: la subyacente, que integra a los bienes y servicios, con precios más estables; y la no subyacente, que integra aquellos más volátiles como lo son los precios de los energéticos y los productos agropecuarios. De manera específica, durante la primera semana de mayo, la inflación subyacente se ubicó en 3.97 por ciento, con incrementos en servicios como las colegiaturas, los hoteles y restaurantes. Por su parte, en la inflación no subyacente el incremento fue mayor, de 4.78 por ciento, siendo afectados los precios de los productos pecuarios.
Es en este escenario en el que debemos incorporar los datos del desempeño económico. Ya que, de acuerdo con el INEGI, la economía mexicana creció apenas un 0.6 por ciento en el primer trimestre, con caídas trimestrales en actividades secundarias y terciarias del 0.1 por ciento. Solamente la actividad primaria, es decir, el sector agrícola, tuvo una variación trimestral considerable del 7.8 por ciento.
Sin embargo, el incremento estacional de los precios, así como la sequía, podrían ser factores que deterioren su desempeño de la actividad primaria durante los próximos meses. Afectando la única actividad económica que nos ha distanciado de una “recesión”.
En conclusión, la combinación de bajo crecimiento económico con incrementos de la inflación genera un escenario negativo para los hogares, quienes verán afectado su poder adquisitivo. Adicionalmente, se espera que el Banco de México siga realizando recortes a las tasas de interés, soltando más la rienda a la inflación. De continuar esta ruta, el costo lo seguirán pagando los hogares, mientras el margen de maniobra para corregir el rumbo se reduce cada vez más.
Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.