FNSM: Más allá de la diversión, ¿qué nos deja?

Ya se empiezan a sentir los efectos de la Feria: apenas al segundo día, la Casa de la Cultura, por fuera, ya hoy día: meados. Honor “característico” de todo el área ferial, a la que indebidamente llaman “perímetro”, ya se perciben también muchas personas extrañas, por no decir raras, que poco o nada tienen que ver con la gente buena de Aguascalientes. Sin ninguna razón, salvo que tiene más trabajo, los estacionamientos triplican o cuando explican sus cobros, creando un gravamen adicional los feriantes. Los taxistas sin justificación razonable, incrementan sus tarifas, y lo más curioso; la autoridad certifica algunos como taxi seguros y otros pues, quedan a la buena de Dios. Carranza anuncia, una velaria multicolor que, como muchos otras cosas de la Feria, para poder apreciarlo, hay que subirse a la torre de Catedral. La justificación para la Feria es que es una derrama importante de dinero.

El filósofo Julián María dio una conferencia que dictó la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y decía que “se puede vivir sin hacer cuentas o haciéndolas, pero si se hacen, hay que hacerlas completas”. ¿Cuánto cuesta la feria? ¿quiénes se benefician realmente? con los reyes. ¿cuál es el costo social para Aguascalientes? ¿cuánto significa en ausentismo a las empresas?, ¿cuántos incrementan los accidentes, en especial los laborales?, ¿cuánto el incremento de conflictos y violencia familiar?, ¿cuántas maternidades no desean?, etcétera, etcétera.

Es un hecho que, en buena medida, la Feria gira en torno a actividades que no son fiscalizadas, pero se manejan en terrenos de opacidad por su naturaleza, no por conveniencia de la autoridad. Cualquier rincón, se convierte en cervecería, cualquier cuarto en un antro, cualquier esquina en lonchería, en las peores condiciones de orden y de salud. Seguramente los más grandes favorecidos son las empresas cerveceras, y junto con ellas, los expendios de licores que se multiplicaron, gracias a la buena disposición y buenas relaciones con la autoridad.

Es cierto que, en buena medida también se ofrecen espectáculos gratuitos para la población, pero es cierto también que no es función del gobierno la promoción de espectáculos, menos aún cuando no sean satisfecho necesidades sociales. Por ejemplo; recientemente el Ayuntamiento anunció un combate contra las tomas clandestinas de agua, olvidando que el agua es un derecho fundamental que la autoridad está obligada a proporcionarla de manera accesible y asequible. Un concierto, a cambio, no me convence.

Cuentas claras amistades largas. Por cierto, si va usted a la Feria, prepárese porque la cerveza más barata en el Foro de las Estrellas es de 150 pesos.

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