El tablero del crimen organizado en México

Ignacio Ruelas Olvera

La culpabilidad de Ovidio Guzmán forma parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos

Ignacio Ruelas Olvera

Estamos viviendo una etapa llena de información acerca del famoso “Ratón”: Ovidio, el hijo “El Chapo" Guzmán. 

Esto representa un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico y tiene, con toda certeza, implicaciones jurídicas, políticas y económicas de gran alcance, tanto para México como para Estados Unidos.

Cuando menos, hay cuatro consideraciones jurídicas en la declaración de culpabilidad de Ovidio, en cuanto a delitos federales en Estados Unidos: narcotráfico, lavado de dinero, delincuencia organizada y portación ilegal de armas.

Su culpabilidad forma parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que lo convierte en un testigo colaborador.

La aplicación de la regla 20, que son cargos que se unifican en la Corte del Distrito Norte de Illinois mediante esta norma, permite agilizar el proceso cuando el acusado acepta ser colaborador, como es el caso.

Las consideraciones políticas tensan el tema bilateral de México - Estados Unidos; el acuerdo se negoció sin la participación del gobierno mexicano, lo que ha generado fricciones diplomáticas. 

Estados Unidos privilegia acuerdos judiciales directos, evidenciando desconfianza en las instituciones mexicanas, cosa que no le conviene a nadie en México.

La colaboración de Ovidio podría implicar a políticos mexicanos incluidos gobernadores y funcionarios vinculados al financiamiento ilícito.

La respuesta del gobierno mexicano ha negado cualquier vínculo criminal, criticando la falta de coherencia de Estados Unidos por negociar con líderes que ellos mismos han nombrado terroristas.

Hay un impacto en la legitimidad institucional, pues las revelaciones de Ovidio pueden erosionar aún más la credibilidad del Estado mexicano, especialmente si se confirman vínculos entre el narcotráfico y estructuras gubernamentales.

Pero el económico no se queda atrás. Hay una reparación del daño; Ovidio se comprometió a pagar 80 millones de dólares como parte del acuerdo judicial y hay una investigación sobre el lavado de dinero. Sus declaraciones podrían nutrir procesos contra instituciones financieras mexicanas.

Hay implicaciones, pues: 

  1. La reconfiguración del tablero del crimen organizado en México.
  2. Pone en jaque la cooperación bilateral en seguridad. 
  3. Abre la puerta a una posible reestructuración institucional si se aprovechan las revelaciones para depurar y reformar con el caso Ovidio,  hijo “El Chapo" Guzmán, uno de Los Chapitos.

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Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.
 

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