Día del padre

En México se celebra el Día del Padre. La efeméride tuvo origen en 1910 en Estados Unidos, y se comenzó a popularizar en las escuelas de nuestro país durante la década de 1950, para constituirse como efeméride oficial en 1976, estableciéndose el tercer domingo de junio.

La fecha busca conmemorar y reconocer el ejercicio de una paternidad responsable, en un país en el que las cifras de padres ausentes, abandonadores, y deudores alimentarios, es bastante alta. De acuerdo al INEGI, en nuestro país hay unos 45 millones de hombres mayores de 15 años. De ellos, más de 21 millones son padres de al menos una persona. De esos padres, más de 4 millones son ausentes o han abandonado la paternidad.

Las razones para que un padre se separe de su pareja son tan variadas como innumerables; pero las razones para que un padre se separe de sus hijos tienen que ver con un modelo de dominación estructural basado en los roles de género, en el que el hombre no está vinculado a la crianza y los cuidados de los hijos.

Así, ante una separación familiar, los hombres tienden a no responsabilizarse del cuidado de las infancias que deberían tutelar y, en el mejor de los casos (que no siempre sucede), se limitan a sólo aportar una parte de las necesidades económicas para la crianza. Esto produce un alto número de familias con una mujer sola a la cabeza del hogar, y generaciones de niñas y niños que deben lidiar con ese abandono paterno.

En ese contexto, no faltan los padres ausentes cuyo argumento es que las madres no les permiten ver a sus hijos. Claro que habrá casos aislados en los que el hombre quiera hacerse responsable de la paternidad, pero que los conflictos de pareja se terminan imponiéndose sobre el bien superior de las y los menores, pero estadísticamente esos casos son anecdóticos y no constituyen un sistema de dominación.

De hecho, el sistema de dominación basado en los roles de género es tan evidente que, en nuestro país se han tenido que crear instituciones y establecer leyes para obligar a los padres ausentes y deudores alimentarios a responsabilizarse de la paternidad. Así, el Sistema Nacional del DIF tuvo que crear el Registro Nacional de Obligaciones Alimentarias, para garantizar el ejercicio de las infancias y adolescencias afectadas por las personas, mayoritariamente los padres, que incumplen las obligaciones alimentarias.

Igualmente, se tuvo que crear la llamada Ley Sabina, un conjunto de reformas legislativas que buscan endurecer las sanciones contra deudores alimentarios morosos, impulsada por Diana Luz Vázquez Ruíz, motivada por el abandono físico y económico del padre a su hija Sabina. Así, el Estado Mexicano encontró una casuística tan amplia de padres ausentes y deudores, que tuvo que implementar estas reformas.

Por ello, el Día del Padre no es sólo para conmemorar a los hombres que ejercen una paternidad presente y activa; sino para reflexionar el papel de la masculinidad, de los roles de género, y de la construcción de la paternidad, a partir de valores más equitativos, menos tradicionales, y más sanos para las infancias.

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