La etapa escolar es una de las más importantes en la vida, no solo porque en ella se sientan bases, ocurren transformaciones, florecen sueños, se forjan esperanzas y se templa el carácter, sino porque se incuba a la persona que en corto, mediano y largo plazo se llegará a ser.
En México el día del estudiante se conmemora el 23 de mayo para recordar el movimiento estudiantil de 1929 que luchó por la autonomía universitaria y dio origen a la máxima casa de estudios del país, la Universidad Nacional Autónoma de México.
Un 20 de febrero de 1929, el director de la Facultad de Derecho de la UNAM anunció medidas que afectaban al alumnado el cual se opuso tomando la facultad y colgando en ella una bandera rojinegra. El rector universitario, en un acto de prepotencia y autoritarismo, decidió clausurar la facultad lo cual derivó en una huelga que se extendió a otras facultades. El 23 de mayo, fue el día en que, con lujo de violencia, la policía intentó dispersar a las y los estudiantes.
En nuestro país la población de 3 a 29 años que asiste a la escuela es de 36.2 millones de personas, casi el 70% se concentra en educación básica, que comprende los niveles inicial, preescolar, primaria y secundaria. En educación media superior donde la matrícula supera los 5.3 millones de adolescentes y jóvenes, conmemoramos este día recordando a la nación nuestro compromiso con la inclusión, plenitud y felicidad de nuestra comunidad estudiantil.
Es por ello que la Nueva Escuela Mexicana que emana del gobierno de la Cuarta Transformación privilegia una enseñanza que se aleja de la dimensión meramente funcional del saber hacer, en la que tradicionalmente el estudiante adquiría competencias técnico profesionales para su vida laboral y se acerca a la dimensión del saber pensar, saber vivir y saber ser.
El curriculum ampliado del nuevo Marco Curricular Común que entrará en vigor en agosto del presente año acentúa el desarrollo de las habilidades socio emocionales para que cada estudiante aprenda a movilizar conocimientos, talentos y aptitudes para afrontar, de manera eficaz, los problemas inherentes a la vida; el gran desafío es enseñar a estudiantes a conocerse, regularse, expresarse y relacionarse; a actuar con empatía, responsabilidad y asertividad; a tomar decisiones, a prever situaciones tanto propias y ajenas, como individuales y colectivas.
Asistir a la escuela es solo es un derecho humano, es una oportunidad de bienestar y plenitud que nadie, absolutamente nadie, debe dejar pasar. ¡Feliz día del estudiante!
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