Ayotzinapa vive

Dorismilda Flores-Márquez

Que nunca olvidemos que nos faltan 43 de Ayotzinapa y que nunca olvidemos que nos faltan más de 120 mil personas en todo el país.

Dorismilda Flores-Márquez

Era viernes, este viernes. Miles de personas se manifestaron en todo el país en el aniversario 11 de la noche de Ayotzinapa. Aquel también fue viernes, otro viernes. El 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero, hubo un ataque brutal contra estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa. Algunos jóvenes fueron asesinados y otros fueron desaparecidos.

La herida sigue abierta. Por eso, este viernes había razones de sobra para alzar la voz. Miles de personas marcharon en la Ciudad de México, Guadalajara y otros lugares, en el aniversario de aquella noche horrible. También hubo protestas y memoriales en universidades de todo el país, en los cuales se colocaron las fotografías de los 43 en mesa bancos. Hubo pases de lista y otras acciones para honrar su memoria. Hubo además, desde un día antes, una manifestación que simbólicamente dice mucho.

La jornada "Ayotzinapa, once años de luces y sombras", comenzó en la Fiscalía General de la República, donde las y los familiares y compañeros de los 43 exigieron justicia y denunciaron la falta de avances en el caso. Después, frente al Campo Militar 1, hicieron pública su exigencia de que el Ejército Mexicano entregue más de ochocientos folios que contienen información sobre lo que ocurrió aquella noche, que podrían aportar datos sobre el paradero de los jóvenes y que durante años se han negado a entregar. 

En este punto, el caso ya tocó tres sexenios: el de Enrique Peña Nieto, quien era presidente cuando todo ocurrió, el de Andrés Manuel López Obrador, quien primero ofreció esperanza a las familias de los 43, pero después cerró su sexenio dándoles más poder a los militares, y el de Claudia Sheinbaum, el actual, en el que las respuestas siguen sin llegar.

En todo este tiempo ha habido mucha retórica y muy pocos avances. La posibilidad de que se haga justicia parece cada vez más lejana ante el creciente poder de los militares. De aquel viernes a este viernes pasaron once años.

Las familias y compañeros de los 43 siguen pidiendo justicia y siguen encontrando más muros que respuestas. Estos muros, en un sentido literal, son las vallas que suelen resguardar los inmuebles, como el Palacio Nacional, porque obviamente para los gobiernos de todos los colores importa más proteger los edificios que las personas. Y, en un sentido simbólico, esos muros se van engrosando con el paso del tiempo.

La falta de transparencia, los obstáculos en el caso y las palabras vacías. Por eso, esta fecha sigue siendo un símbolo de lucha, memoria y demandas de justicia sin resolver. Ayotzinapa es una herida abierta en nuestro país.

Que nunca olvidemos esa noche terrible, que nunca olvidemos todos estos años de impunidad, que nunca olvidemos que nos faltan 43 de Ayotzinapa y que nunca olvidemos que nos faltan más de 120 mil personas en todo el país.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión.

Cargando Minuto a Minuto...
Cargando Otras noticias...