Apostillas a la manifestación del 10 de marzo

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

El acto se pervirtió en un mitin partidista en que el líder anunció la intención de un maximato con la continuidad de alguna de sus corcholatas

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

El presidente de la república se organizó una manifestación de apoyo a su persona y a su política luego del bofetón que la marcha por la democracia le dejó marcado el rostro para la posteridad. Aprovechó el pretexto de la expropiación petrolera y los dirigentes morenos de todo el país se pusieron en acción para organizar una muestra de “músculo” que le quitara el mal sabor de boca que trae muino a Andrés Manuel desde ese día.

Merece la pena hacer un breve recuento de hechos del evento.

AMLO se apropió o quizás quiso poner punto final al Cardenismo y erigirse como encarnación de la soberanía nacional, envió al Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas al basurero de la 4T y en la víspera del evento comunicó la aceptación de la renuncia de su hijo, Lázaro, para dejar fuera a los Cárdenas del Cardenismo.

Todo el aparato de la 4T en todo el país fue insuficiente para juntar más gente que la marcha por la democracia. Las fotografías no mienten, En la ciudad de México apenás se llenó el Zócalo con sus huecos y la zona VIP, y a diferencia de la anterior las calles adyacentes no estaban llenas. Adicionalmente todos los que nos reunimos en la ciudades fuera de México sumamos, con mucho, más de lo que pudieron el presidente y sus lacayos.

Un punto relevante fue, sin duda, la seguridad que rodea al presidente y el temor que tiene de que el pueblo, el pueblo sabio, el pueblo bueno se le acerque. De ello da cuenta la doble valla que rodeó Palacio Nacional y el templete, y la que separaba los corrales de sus favoritos y los del régimen, de la chusma.

El acto se pervirtió en un mitin partidista en que el líder anunció la intención de un maximato con la continuidad de alguna de sus corcholatas, para lograr lo que el no ha logrado ni logrará.

El petate del muerto de la “patriotería” salió a relucir, alardear no cuesta nada, rugido de ratón que a los únicos que alerta es a sus incondicionales para seguirle el juego y tenerle contento. Una invasión que sólo en su mente hueca existe,

El odio, rencor, misoginia, violencia que caracteriza al presidente apareció con el auto de fe en que quemaron en efigie a la Presidente de la Suprema Corte de Justicia por el crimen de no rendirle pleitesía al aprendiz de dictador.

Es todo por hoy, hasta una próxima, si la hay.

Las ideas aquí expresadas pertenecen solo a su autor, binoticias.com las incluye en apoyo a la libertad de expresión

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