Los 13 hijos del Hospital León Mojica García

En Aguascalientes, hay un hospital que tiene “hijos” a su nombre. No nacieron ni crecieron ahí durante sus primeros años de vida, pero sí fueron abandonados en el nosocomio sin que los demás supieran quiénes eran o de dónde venían. Simplemente llegaron un día, sin identidad, y desde entonces el hospital se convirtió en su hogar. 

Tal es el caso de Pedro (cuyo nombre fue cambiado para esta nota por motivos de confidencialidad). Se estima que tiene 60 años de edad, 40 de ellos vividos dentro del Hospital Psiquiátrico Dr. Gustavo León Mojica García. No puede expresarse con claridad, ni controlar totalmente el movimiento de su cuerpo, pero tiene una mirada atenta, profunda, curiosa, algo que demuestra un cierto nivel de conciencia. 

Pedro ve a la Doctora Ana María a distancia mientras ella ingresa a un espacio similar a un patio escolar. Rápidamente se acerca y le hace una serie de preguntas que ella sabe responder, aparentemente de manera satisfactoria. Con él, se acercan otros doce pacientes que usan la misma ropa: una sudadera azul, pants gris y calzado cómodo, algo adecuado para una mañana fría en Aguascalientes. 

Los trece son habitantes del nosocomio. Sus diagnósticos incluyen esquizofrenia de larga evolución o discapacidades intelectuales. Esa fue la razón por la que sus familiares decidieron abandonarlos hace tanto tiempo en el hospital, cuenta la Dra. Ana María Romero Ramírez, directora del centro. 

“Son pacientes que viven aquí con nosotros en el hospital, si bien el hospital no tiene el modelo asilar, dentro de la historia del hospital, esos pacientes ya vivían aquí, unos tienen hasta 40 años viviendo aquí, los depositaron aquí se podría decir, los olvidaron, no hay familiares, no hay nadie, y nunca se ha acercado nadie con ellos”.

Llegaron sin actas de nacimiento ni otros documentos que acreditaran su origen o el de sus familias. A pesar de ello, el personal del hospital los recibió, les dieron un refugio, atención médica y cuidados básicos. 

Su estatus legal permaneció incógnito, por lo que fueron bautizados por las enfermeras, enfermeros y administrativos. Sus nombres, su historial clínico y sus personalidades se fueron conociendo entre las distintas generaciones de trabajadores, sin que existiera un registro legal de su existencia.

Tuvieron que pasar múltiples administraciones durante los últimos cuarenta o cincuenta años hasta que, en 2024, los encargados del psiquiátrico se dieron a la tarea de solicitar actas de nacimiento para los trece pacientes. La respuesta llegó desde el Juzgado Sexto de lo Familiar, en Aguascalientes, donde se otorgaron trece actas con los apellidos Mojica García, es decir, que todos cuentan con los mismos apellidos, como si fueran una misma familia, unos hermanos con los mismos padres. 

“Entonces se registraron con el nombre Mojica García, estas actas están desde junio del año pasado, empezaron a salir y nos da mucho gusto que tengan el apellido del hospital porque finalmente viven aquí y los que trabajamos  por aquí pues son nuestra familia y también ellos nos perciben como su familia”.

Con este avance, los pacientes ya tenían un nombre y apellidos. Solo faltaba una fecha de nacimiento, porque también se desconocía eso de ellos. En consenso, el personal del hospital decidió establecer el 25 de octubre como fecha de cumpleaños, sin un motivo en particular. Eso sí, las edades de cada uno serían distintas. 

Para determinar una edad aproximada, se aplicaron exámenes de odontología forense. Así, se pudo establecer un año de nacimiento en las actas y otros documentos oficiales. Los más grandes nacieron entre los años cuarenta.

A pesar de contar con un estatus legal, los pacientes no pueden salir del hospital. La doctora Ana María cree que su condición no les permitiría sobrevivir en el mundo exterior, por lo que tendrán que pasar el resto de su vida en el psiquiátrico. 

“La esquizofrenia, empezaron desde los 19 años que es cuando generalmente debutan, entonces tienen prácticamente toda su vida siendo pacientes con enfermedades mentales graves, la esquizofrenia es la más grave y con el paso del tiempo tienen deterioro a nivel cognitivo, son pacientes que requieren de cuidados 24 horas, todo el tiempo”. 

“Tenemos pacientes que tienen una discapacidad intelectual o lo que antes se conocía como retraso mental, grave, entonces son como bebés que necesitan sus cuidados tan básicos como su aseo personal, cambiarles su pañal constantemente y pues todos son adultos, que si no hubieran estado aquí, no hubieran logrado sobrevivir en el abandono allá afuera”. 

El hospital destina entre 2 mil y cinco mil pesos diarios para el cuidado de sus trece hijos. Todos cuentan con medicamentos, ropa, cama, personal médico, servicios de lavandería y alimentación especial, dependiendo de sus necesidades. También han recibido tratamientos para diabetes, hipertensión o cáncer, padecimientos que se sumaron con la edad. 

Al día de hoy, una familia no puede abandonar a un paciente psiquiátrico en el hospital. El modelo asilar de estos centros ya no es aplicable en casi ninguna parte del mundo, por lo que los enfermos sólo podrían quedarse hasta once días bajo el cuidado del personal médico del estado. 

Sin embargo, Romero Ramírez reconoce que siguen existiendo familias que tratan de alejarse de aquellos que padecen de una condición psiquiátrica grave, porque, claro, cuidar de ellos es desgastante física y emocionalmente. 

“Sigue siendo difícil en ocasiones y causa molestia el hecho de que quisieran dejar aquí a sus pacientes de manera permanente porque sí es un cansancio por el síndrome del cuidador, están desgastados, quisieran deshacerse por un tiempo de esta carga”

“Hay temporadas en las cuales aumentan las consultas y las demandas por hospitalización, sobre todo cuando se acercan los periodos vacacionales y las familias desean salir, a veces les es complicado viajar con una persona que tiene un trastorno mental, entonces sí nos vemos con una mayor demanda de atenciones”. 

El Hospital Dr. Gustavo León Mojica García es una unidad de tercer nivel y se especializa en psiquiatría, psicogeriatría, depresión y ansiedad, esquizofrenia, trastorno bipolar, psicología y odontología. 

Cada mes da atención a más de mil personas que tienen diversas necesidades.  Tiene una capacidad de 90 camas censables y 27 más a disposición de casos de urgencia. 

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