"Ningún imperio va a tocar suelo sagrado de Venezuela": Maduro responde a EE. UU.
Calificó como una humillación la presencia de bases militares estadounidenses en Sudamérica.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, respondió al reciente despliegue militar de Estados Unidos en Latinoamérica y al aumento de la recompensa por su captura, anunciando la movilización de 4.5 millones de milicianos en todo el territorio venezolano.
En un acto televisado, el mandatario calificó como una humillación la presencia de bases militares estadounidenses en Sudamérica y advirtió que Venezuela está preparada para defender su soberanía.
"Nuestros mares, nuestros cielos y nuestras tierras las defendemos nosotros, las liberamos, las patrullamos y las vigilamos. Ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela", expresó.
Maduro aseguró que el despliegue forma parte de un "plan de paz", que busca fortalecer la capacidad de la Milicia Nacional Bolivariana. "El plan de paz es desplegar toda la capacidad miliciana en el territorio y por sectores, establecer la capacidad de la milicia en todos los territorios del país", señaló, aunque no precisó las zonas específicas donde estarán ubicados los milicianos.
El anuncio ocurre después de que Estados Unidos iniciara el despliegue de 4 mil agentes —en su mayoría infantes de Marina— en aguas del Caribe y Sudamérica para combatir al narcotráfico, reforzando además su presencia con aviones, barcos y sistemas lanzamisiles, según reveló la cadena CNN y confirmaron medios locales.
El ministro de Interior y Justicia venezolano, Diosdado Cabello, afirmó que las autoridades también mantienen un despliegue en las aguas territoriales como parte de la defensa nacional.
El incremento de tensiones llega tras la decisión del gobierno estadounidense de elevar a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, acusado en ese país de narcotráfico y terrorismo desde 2020, durante la administración de Donald Trump. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, calificó la recompensa como "histórica" y acusó al mandatario venezolano de operar con cárteles internacionales.
El gobierno venezolano rechazó de inmediato las acusaciones y la recompensa. El canciller Yván Gil denunció en un mensaje en Telegram que se trata de una "burda operación de propaganda política" y "la cortina de humo más ridícula" lanzada por Washington.
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