Linda Cristina Pereyra: la esposa de García Luna que tejió un imperio financiero en las sombras

Durante años, Linda Cristina Pereyra Gálvez permaneció al margen del ojo público, como una figura discreta y sin escándalos. Sin embargo, una reciente sentencia en Estados Unidos la colocó en el centro de una compleja red de corrupción que, junto a su esposo, el exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, desvió millones de dólares del erario mexicano.

Una corte civil del condado de Miami Florida, condenó a Pereyra a pagar 1,740 millones de dólares por su rol en el desvío y blanqueo de recursos públicos a través de contratos adjudicados irregularmente entre 2006 y 2012. Su esposo, García Luna, deberá pagar 748 millones más, sumando un total de 2,488 millones de dólares, en lo que representa uno de los fallos más duros contra exfuncionarios mexicanos en el extranjero.

La jueza Lisa Walsh determinó que la pareja orquestó un esquema fraudulento usando una red de 44 empresas, algunas en Estados Unidos y otras en paraísos fiscales como Barbados, para canalizar fondos públicos a cuentas privadas, adquirir propiedades y ocultar su enriquecimiento ilegal. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México, que presentó la demanda en 2021, confirmó que ya se han recuperado más de 1.9 millones de dólares en efectivo y bienes vinculados al caso.

Linda Cristina Pereyra, originaria de Nezahualcóyotl, conoció a García Luna mientras ambos estudiaban en el entonces Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Se casaron en 1995 y tuvieron dos hijos: Genaro y Luna Sofía. Aunque obtuvo su título de licenciada en Derecho en 2018, desarrolló una trayectoria empresarial desde mucho antes.

En 2007 registró la marca del restaurante Los Cedros en Xochimilco, el cual operó hasta que la familia se mudó a Miami. Ahí estableció empresas como Best Friends Group LLC, con el mismo nombre del restaurante, y otras firmas dedicadas a bienes raíces.

Según la UIF, muchas de estas compañías fueron utilizadas como fachadas para desviar fondos públicos durante el sexenio de Felipe Calderón. Entre las entidades asociadas a Pereyra figuran Delta Integrator LLC, OGGI CAFFE LLC, GLAC Security, Only Best Properties Corp, Imperial Crab Ltd. y Sunshine Dynasty Trust, entre otras.

Estas estructuras financieras permitieron transferencias simuladas, compras de propiedades de lujo y movimientos patrimoniales difíciles de rastrear.

La familia García Pereyra llevó una vida de opulencia en Miami. Vivieron en Golden Beach, una de las zonas más exclusivas del sur de Florida, en una residencia valuada en 3.5 millones de dólares. Sus hijos estudiaron en escuelas privadas como el Miami Country Day School, donde la matrícula anual alcanzaba los 70 mil dólares.

En paralelo, el SAT condonó en 2010 una deuda fiscal de 4.7 millones de pesos a la familia, lo que consideran parte de una red de protección institucional.

Pese a los señalamientos, Pereyra ha sido descrita por la defensa de García Luna como una figura leal y solidaria. En 2023, durante el juicio penal en Nueva York donde su esposo fue declarado culpable de narcotráfico y conspiración, Linda Cristina fue el único testigo presentado por la defensa.

En una carta al juez Brian Cogan, escribió: “Durante los momentos más difíciles de mi enfermedad, cuando ya no podía más, él me levantó y me animó a seguir adelante”. La imagen personal que intentó proyectar contrastó con las pruebas contundentes que la señalaban como operadora activa en la red de corrupción.

El caso contra Linda Cristina Pereyra marca un precedente histórico para México y evidencia cómo, desde las sombras y sin un cargo público, una figura aparentemente secundaria puede ser fundamental en el desfalco de miles de millones de pesos del patrimonio nacional.

 

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