La captura de Heriberto Salazar Amaya: Líder silencioso en EE.UU.
La captura de Salazar Amaya y la desarticulación de su red representan un golpe significativo contra el tráfico de fentanilo en Estados Unidos
La detención de Heriberto Salazar Amaya, un hombre cuya identidad permanecía en las sombras hasta su captura el 28 de abril, ha revelado una de las redes de tráfico de fentanilo más grandes jamás detectadas en Estados Unidos. Apodado "El Fantasma" por su capacidad para operar sin dejar huella, Salazar Amaya, líder en Sinaloa de un grupo de la delincuencia organizada, había logrado establecer una red transnacional de distribución de fentanilo que operaba con precisión logística y sin la violencia asociada a otras organizaciones criminales.
Un líder silencioso pero eficiente
A sus 36 años, Salazar Amaya se encontraba de manera ilegal en los Estados Unidos tras haber sido deportado al menos en dos ocasiones. Sin embargo, a pesar de su estatus irregular, había conseguido crear una red que abarcaba cinco estados clave: Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah y Oregón. Su estilo de liderazgo se caracterizaba por su bajo perfil, no con la presencia constante en el terreno ni con actos de violencia, sino mediante una estructura eficiente y discretamente orquestada.
De acuerdo con documentos judiciales presentados por la fiscalía federal el 29 de abril de 2025, Salazar Amaya recibía pedidos directamente de clientes en los Estados Unidos, coordinando el envío de grandes cantidades de fentanilo, camufladas bajo la apariencia de oxicodona, a través de vehículos de carga y “stash houses” (viviendas de almacenamiento). Todo el proceso estaba meticulosamente organizado, asegurando que la red operara bajo el radar, sin exponerse a la intervención de las autoridades.
Operativo de envergadura
La captura de Salazar Amaya se dio en el marco de un megaoperativo realizado simultáneamente en varios estados, en el cual la DEA y otras agencias federales incautaron aproximadamente 4.2 millones de pastillas de fentanilo, marcando el mayor decomiso de fentanilo en la historia de la agencia. En total, se confiscaron también 11.5 kilos de polvo de fentanilo, 7.5 kilos de cocaína, 4.5 kilos de heroína, más de 36 kilos de metanfetamina y 4.4 millones de dólares en efectivo. Además, las autoridades aseguraron 41 armas de fuego, incluidos fusiles automáticos y armas sin número de serie, y siete vehículos de lujo.
La magnitud del hallazgo refleja no solo el poder de la red, sino el peligro que representaba. Según los fiscales federales, la cantidad de fentanilo incautada es suficiente para causar un daño incalculable, subrayando la amenaza letal que representa esta droga, que ha sido responsable de miles de muertes en todo Estados Unidos.
La red HSA DTO: Un modelo operativo
La organización liderada por Salazar Amaya, conocida como HSA DTO (por las iniciales de su nombre), operaba como una empresa criminal bien estructurada. Con jerarquías claras y procesos estandarizados, el modelo operativo de Salazar Amaya se basaba en la logística y la eficiencia. No se trataba de una organización armada que dominaba territorios, sino de una red altamente organizada que movía volúmenes industriales de drogas con la precisión de un reloj.
Arrestos y cargos adicionales
Junto a Salazar Amaya, fueron arrestadas 15 personas, entre las que se incluyen César Acuña Moreno, Bruce Zedillo, y Francisco García. A ellos se les acusa de conspiración para distribuir fentanilo, con cargos adicionales para algunos, como el caso de Zedillo, quien enfrenta cargos por posesión de armas en apoyo al narcotráfico.
Además, tres individuos fueron arrestados en distintos puntos de Nuevo México con grandes cantidades de fentanilo en su poder: Phillip Lovato, Roberta Herrera y Misael López Rubio. Todos ellos desempeñaban roles logísticos dentro de la red, manejando, transportando y resguardando cargamentos de fentanilo, que, en muchos casos, tenían el potencial de causar miles de muertes.
Impacto en la lucha contra el narcotráfico
La captura de Salazar Amaya y la desarticulación de su red representan un golpe significativo contra el tráfico de fentanilo en Estados Unidos. Con la DEA y otras agencias intensificando sus esfuerzos en la lucha contra este narcótico letal, los agentes han demostrado que, aunque la organización operaba bajo el radar, no está a salvo de la justicia.
A medida que las investigaciones continúan, las autoridades estadounidenses han señalado que este operativo es solo un ejemplo más de cómo las redes de tráfico de drogas están evolucionando hacia métodos más sofisticados y discretos, complicando la tarea de las fuerzas del orden. Sin embargo, el arresto de Salazar Amaya es una señal de que, a pesar de la discreción, la ley sigue de cerca los pasos de aquellos que intentan desestabilizar la seguridad y salud pública de Estados Unidos.
Un futuro incierto para la red HSA DTO
Con la captura de su líder, la red HSA DTO está por enfrentar un futuro incierto. La desarticulación de su estructura logística y operativa es un golpe contundente para el tráfico de fentanilo, pero las autoridades temen que, en este ámbito, los grupos criminales siempre encuentren nuevas formas de adaptarse. Sin embargo, el trabajo de la DEA y las agencias federales seguirá siendo crucial para erradicar las redes de distribución de este opioide mortal que sigue dejando una estela de tragedia en muchas familias estadounidenses.
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