La Secretaría de Cultura Federal pide más funciones de cine mexicano en salas comerciales

La Secretaría de Cultura federal intensificó el pasado jueves el debate sobre el futuro del cine mexicano al exigir a las cadenas exhibidoras que asuman un papel más activo en la promoción de producciones nacionales, en un contexto en el que se prepara una nueva ley de cine que será sometida al Congreso en febrero de 2026. Claudia Curiel de Icaza, titular de la dependencia, subrayó que no basta con que el Estado impulse la cinematografía local, sino que también corresponde a los exhibidores garantizar mayor presencia del cine mexicano en salas comerciales para que tenga “otra visibilidad” y ocupe espacios privilegiados en las carteleras.

Durante la presentación del balance anual del sector cinematográfico, en el que participaron organismos como el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), la Cineteca Nacional y los Estudios Churubusco, Curiel de Icaza llamó a toda la industria a asumir una “corresponsabilidad” para que el cine nacional no dependa únicamente de las políticas públicas.

“Somos responsables de una parte, pero también hay los exhibidores, todas las cadenas de producción de exhibición que tienen que hacerse corresponsables y nos tienen que ayudar a que el cine mexicano tenga otra visibilidad… que esa proporción de salas realmente pongan al cine mexicano en un lugar privilegiado”, afirmó la funcionaria.

Actualmente, la ley establece que los exhibidores deben destinar al menos el 10 % del tiempo en pantalla a películas mexicanas, una medida que, según productores, no siempre se cumple en la práctica, aunque las cadenas aseguran que sí respetan la cuota. Cadenas como Cinépolis, con más del 40 % de las pantallas del país, han estrenado este año títulos como "Yo soy Frankelda" y "Qué huevos Sofía", mientras que Cinemex ha dado espacio a producciones de menor escala como "El ocaso del cazador".

La nueva legislación que se perfila incluirá un esquema de apoyo estatal permanente y progresivo para el cine mexicano, un componente que según Curiel es necesario tras la desaparición de fondos clave como el Foprocine y el Fidecine, que durante más de veinte años financiaron cerca de 500 producciones nacionales. En este proceso también participan representantes de diversos sectores de la industria, con la intención de consensuar un proyecto que impulse tanto la producción como la circulación del cine mexicano en todos los niveles.

Fuente: El Universal

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