Skubal se luce y Detroit toma la delantera ante Cleveland

Durante dos semanas, los Guardianes parecían tener hechizados a los Tigres. Los superaron para llevarse la División Central de la Liga Americana, y cada enfrentamiento entre ambos equipos terminaba en frustración para Detroit. Pero este martes, en el arranque de la Serie del Comodín en el Progressive Field, Tarik Skubal y compañía cambiaron la historia.

Con una actuación magistral desde la lomita, y una ofensiva que apeló a las mismas armas que Cleveland había usado en su contra, los Tigres se impusieron 2-1 y tomaron ventaja de 1-0 en la serie pactada al mejor de tres juegos.

Skubal fue sencillamente dominante. El zurdo permitió solo una carrera —producto de un inusual sencillo dentro del cuadro— y recetó 14 ponches, estableciendo un nuevo récord personal y empatando la marca de más ponches en un juego de postemporada para un lanzador de Detroit, que databa desde 1972, cuando Joe Coleman lo logró ante Oakland.

El dominio de Skubal fue evidente desde el primer inning, cuando enfrentó a su conocido rival, el dominicano José Ramírez, con rectas que rozaron las 100 mph. De sus 107 lanzamientos, 11 fueron a triple dígito, incluyendo tres que terminaron en ponches. Tal fue la potencia de su pitcheo, que uno de ellos incluso destrozó un lente de cámara detrás del home.

Cleveland solo pudo hacer daño en el cuarto inning, cuando un débil rodado de Ángel Martínez, un boleto a Ramírez y otro infield hit de Gabriel Arias trajeron la única carrera local. Aun así, Skubal se las arregló para limitar el daño y mantener el empate.

Pero Detroit no tardó en responder. En el séptimo episodio, con el marcador igualado 1-1, Riley Greene abrió con un doble y avanzó a tercera tras un error defensivo del dominicano Jhonkensy Noel. Con un out en la pizarra, Zach McKinstry ejecutó un toque perfecto por la línea de primera base, obligando a Noel a tomar el out en la inicial mientras Greene cruzaba el plato con la carrera del triunfo. Una jugada simple, pero efectiva, al más puro estilo de los Guardianes.

La victoria no solo fue emocionalmente significativa, sino también estadísticamente esperanzadora: en series del Comodín al mejor de tres, los equipos que ganan el Juego 1 han avanzado 18 de 20 veces (90%), incluyendo 16 barridas. Y para los visitantes que ganan ese primer duelo, el panorama es aún mejor: récord de 11-2, con nueve de esas victorias llegando en solo dos juegos.

Para los Tigres, que venían cargando una racha de derrotas recientes ante Cleveland, este triunfo significa mucho más que un buen arranque de serie. Es una declaración de intenciones: Detroit está de regreso, y tiene a Skubal como su as bajo la manga.

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