Andrea, la única mujer transgénero en el Cereso Varonil de Aguascalientes
Andrea, la única mujer transgénero en el Cereso Varonil de Aguascalientes.
Al fondo de la cocina, Andrea, adornada de aretes, una cofia y mandil, prepara unos huaraches, sopes y enchiladas para el desayuno de sus compañeros de celda. Dentro de sus actividades en la cárcel, la cocina, es de sus preferidas.
Con 25 años, Andrea es la única mujer transgénero que cumple una condena dentro del Centro de Reinserción Social Varonil de Aguascalientes.
Recuerda aquel día del 2021, cuando ingresó al Centro para cumplir su sentencia de cerca de 15 años. Los rumores de los malos tratos hacia las mujeres transgénero rondaban por su mente. Temía por su integridad. Para su sorpresa, el recibimiento fue todo lo contrario.
“Yo cuando llegué aquí, llegué en el 2021, entonces cuando llegué si decía ‘híjole’, me habían pintado diferente la cárcel, a mi me la habían pintado pues que les cortaban el cabello, que no les respetaban el género de persona, ni nada, dije ‘híjole’, entonces al llegar yo aquí, si tenía nervios porque pues yo no he traído el pelo corto de niño, o sea no, no me siento identificada para nada como un niño, entonces siempre he traido el pelo largo, y al llegar aquí dije ‘pues me lo van a cortar’, y no, cambiaron mucho las diferencias que no me lo cortaron, me respetaron, luego luego en trabajo social me preguntaron ‘¿cómo te sientes identificada?’, ‘no pues como Andrea, entonces así me gustaría que me hablaran’, y de ahí para adelante siempre me han hablado como Andrea y me han respetado mi persona”
A su arribo, Andrea fue aislada en un área especial de la clínica del Centro. El personal temía que fuera vulnerada por las demás personas privadas de su libertad. Paulatinamente, fue incorporada a las actividades con los demás compañeros. Hoy cumple cerca de un mes compartiendo celda con otras siete personas que cumplen una sentencia. La convivencia es buena.
“Pues yo iba a trabajo social y les decía que me sentía sola, me sentía así como que, pues sí, aislada, o sea como que… ¿por qué?, ¿por qué me sentía así?, pues porque estaba tanto tiempo sola, no había convivido con otras personas, hasta eso si siempre cuidaron mucho mi integridad, o sea que no me fueran a faltar al respeto, o que no fuera a haber otra cosa, entonces, me fueron soltando poco a poco, trabajando en la cocina, dedicándome a otras labores, o sea como jardinería, coser, etcétera y fui conviviendo con los muchas, fui conviviendo y fui conviviendo, y yo pienso que como vieron que ya no me faltaban al respeto, pues también fue mi cambio a población”
Las mujeres transgénero son más vulnerables en las calles de Aguascalientes, a decir de Andrea, de acuerdo con la experiencia que ha vivido dentro del Centro de Reinserción Social. Narra aquella noche en la que fue insultada, asaltada y golpeada, por un grupo de hombres, cuando iba de regreso a su casa.
“Hace unos añitos atrás, iba caminando yo por la avenida, y me golpearon cuatro personas, cuatro hombres… el arrancarme la ropa, el quitarme mi bolsa, el ‘desgreñarme’, o sea el dejarme mal, entonces esa es la única ocasión que me ha tocado que me ha ido feo en la vida, que vas caminando por las avenidas y te salen todavía las personas que son homofóbicas, y ya no debería ser así, deberían de ser unas personas de ya muy mente abierta, entonces, si es lo muy feo que me ha tocado, es de que me robaron, me intentaron violar, me rompieron toda la ropa”
Andrea inicia sus días dentro del Cereso Varonil en punto de las 5 de la mañana. Se levanta, prepara un café; se arregla y se dirige a la cocina a preparar los alimentos del día. En ocasiones cose o lava la ropa, pero la gastronomía, es su pasión. Le preocupa su reinserción en el mercado laboral, toda vez que cumpla o se reduzca su condena. Su sueño es ser chef.
“Entonces si lo que sí quiero decirles a todas las personas es que cuiden mucho con quien se juntan, porque por un error, estoy aquí en la cárcel y con una condena muy alta, lo único que me da mucha fuerza es de que mis hermanos me apoyan, y eso es lo que me da fuerza y valor de seguir saliendo de este lugar, y día a día echarle ganas, sin fijarme de lo que digan, para nada, o sea simplemente echarle ganas, salir adelante, y si estoy un poco así como que nerviosita porque ahora que salga, si llego a salir pronto, va a ser un poco más difícil conseguir trabajo, por qué, porque estuve en la cárcel, entonces si va a ser un poco más difícil que conseguir trabajo, el cómo te vea la demás gente, entonce si, si les pido que cuiden mucho con quién se juntan”
- ¿Qué te gustaría hacer saliendo de aquí? se le cuestionó
- Pues tengo pensado buscar trabajo en una cenaduría, o una lonchería de paso o en un restaurant, aquí me voy graduar para salir de chef
Desde los 14 años inició su proceso de hormonización, contra toda adversidad y los cuestionamientos de su familia. Pese a estar rodeada de hombres, hoy Andrea sigue defendiendo su feminidad.
“Sobre eso, aprendí que, que en este lugar hay menos homofobia que en la calle, si… aquí es donde más me han… creo que es donde más me han respetado, en este lugar, si, y aunque no lo crea, a veces digo, ‘¿cómo va a ser posible que en un lugar donde hay tantos hombres, me respeten más que en la calle?’ que debe haber un poquito como inconformidad en los hombres, y no debe de ser asi pero que en la calle sea asi, o sea que te golpeen, que te humillen, que te sobajen como persona, yo pienso que ahorita ya deberían de ser un poquito más liberales todas las personas, tanto como hombres y mujeres transgénero, bisexuales, heterosexuales, lo que sea, deberían de ser un poco más liberales”
Ahora puedes decir en voz alta “Alexa reproduce BI Noticias” y también escucharnos en Spotify.
Síguenos en Facebook, Instagram, WhatsApp, X, TikTok y YouTube. Mantente informado en tiempo real.